Hace un par de años, en Argentina, había visto la película La Educación Prohibida (Ver Online Aquí). Si bien tengo diversas opiniones sobre ella hay un mensaje que me resultó particularmente interesante: el aprender y conocer el mundo es innato, natural al ser humano. Y sin embargo hoy observamos que millones de chicos se aburren en la escuela y cada día tienen menos interés en estudiar. Cómo es eso posible?! La película da algunas pistas y hay muy buenos profesionales que opinan al respecto. Y me dejaron la pelota picando...
Cuando surgió la oportunidad de venir a Chile, una de las primeras preocupaciones que tuve fue sobre la educación de los chicos. No sólo por los valores (precios) que son de por sí un gran tema por lo carísimos que son. Sino porque desde las páginas de internet de los diversos colegios se percibía un 'algo' que no me gustaba. Se presentaban como empresas con misión, visión y todo eso que nunca entendí bien de la materia de empresas en la facultad. Y además ponían mucho énfasis (los supuestamente colegios de élite -ya que vamos a pagar paguemos por algo bueno!) en el orden, la disciplina y los resultados de las pruebas nacionales. Y sin embargo yo buscaba otra cosa... Esas propuestas me resultaban frías y muy poco estimulantes. Yo no quería que me hijos fueran soldados que respondieran a la orden ("estímulo") con una respuesta esperada, sino que desarrollaran al investigador innato que tienen dentro. Es decir, que buscaran las respuestas a SUS preguntas. Que los acompañaran a desplegar sus capacidades y ponerlas en práctica. Que gozaran del aprender y conocer el mundo. Porque ahora, al pensar en la educación de mis hijos, me doy cuenta que eso fue siempre la educación para mí: un estimulante y desafiante impulso por conocer el mundo que nos rodea. Con un interés muy particular, en mi caso, por el hombre y su vida en comunidad.
Y así fue que comencé a buscar distintas alternativas que había escuchado en la película La Educación Prohibida. Los colegios Waldorf y Montessori eran los más importantes aquí (en Argentina predominan los Waldorf). De hecho en Ñuñoa, donde queríamos vivir, había varios jardines Montessori y el Colegio Waldorf de Santiago (a la vuelta de casa). Y quiso Dios darme un último empujoncito para que optara por un Montessori (que finalmente me gusta más como me metodología y filosofía que los Waldorf). Le consulté a un colega uruguayo que vivía en Ñuñoa si me recomendaba algún jardín por el barrio y me dijo que el de sus hijos era excelente. Me pasó el nombre, lo googlié y, oh casualidad!, era un Montessori, que además tiene un centro de estudios Montessori propio.
Y así fue como la educación en Chile se convirtió en una gran oportunidad para conocer en primera persona la experiencia de una educación alternativa para mis hijos. Y como la educación en este sentido es un modo de vida que se extiende naturalmente al hogar y la vida cotidiana fue que comencé a leer muchos blogs y páginas sobre educación en el hogar. Porque dentro de este mundo pedagógico están quienes decidieron educar a sus hijos en sus casas, como se hizo durante gran parte de la historia humana. Y entre estos blogs descubrí la pedagogía Reggio Emilia (gracias a este magnífico blog: www.aneverydaystory.com)
Se trata de una experiencia educativa que nace en el norte de Italia, en una ciudad llamada Reggio Emilia, en 1945. Esta propuesta se centra en los siguientes principios básicos:
1. El niño como protagonista: los niños y las niñas son fuertes, ricos, capaces e interesados por establecer relaciones. Todos los infantes tienen preparación, potencial, curiosidad e interés en construir su aprendizaje y negociar en su ambiente.
2. Docente competente, colaborador, investigador y guía: los docentes acompañan a los niños en la exploración de temas, proyectos, investigaciones y construcción de aprendizaje.
3. Espacio como tercer maestro: el diseño y el uso del espacio promueve relaciones, comunicaciones y encuentros (Gandini, 1993). Hay un orden y belleza implícito en el diseño y organización del espacio, equipo y materiales en una escuela (Lewin, 1995). Cada esquina de cada espacio tiene su identidad y propósito, y es valorado por niños y adultos.
4. Las familias como aliadas: la participación de las familias es vital y toma distintas formas. Los padres tienen un rol activo en las experiencias de aprendizaje de los niños y ayudan a asegurar el bienestar de los niños en la escuela.
5. La documentación pedagógica: se utiliza como forma de hacer visibles a los niños y adultos como co-constructores de cultura y conocimiento. La documentación tiene muchos objetivos: hace a los padres conscientes de las experiencias de sus hijos; permite a los docentes entender mejor a los niños, evaluar su propio trabajo y compartir con los colegas.
Fuentes: http://bellellieducacion.com/filosofa-de-reggio-emilia/
Quise compartirles estas experiencias para ponerlos en tema, ya que este blog empieza a teñirse de mucha educación en casa, en familia. Y queríamos invitarlos a formar parte de esta aventura!
Ojalá quieran acompañarnos. Hasta pronto!!
Me parece fantastico para padres y chicos . Una gran experiencia juntos, jugando y aprendiendo. Te felicito por la iniciativa.
ResponderBorrarQuerida flia.: por segunda vez escribo este comentario(el primero se me borró en su totalidad).Siempre me puso feliz el hecho de que los padres se involucren de manera total en la educación de sus hijos y con este método, les puedo asegurar que se logra por completo.Tuve el privilegio de conocer a esta educadora a través de su libro cdo estudié el profesorado y si bien me parecía fantástico, veía muy difícil su implementación en la educación de ntro país, gralmente más rígida y estructurada, aunque no imposible.Sin embargo muchos docentes intentan utilizar algunas de sus estrategias para hacer del aula, un lugar más entretenido, más placentero y más educador.Espero, a través de su propia experiencia, poder ir viendo los avances de los chiquis y el feedback entre uds. como educadores educados.Los queremos, los extrañamos y en particular me siento feliz de tenerlos entre mis afectos más entrañables.Un beso muy grande de la bruja Úrsula para los dos soles de la casa.
ResponderBorrarVa la respuesta abajo!! Gracias por escribirnos Pato!
BorrarGracias Úrsula por volver a escribir tu comentario!!
ResponderBorrarYo encuentro que estas pedagogías son más que un método, son un modo distinto de encarar la educación. Y claramente es muy difícil de cambiar radicalmente, y tampoco se si sería bueno hacerlo. Lo cierto es que en cuanto colegio o jardín, un Montessori, por ejemplo, se organiza desde el vamos de un modo radicalmente distinto a uno tradicional. Por ejemplo los chicos no se agrupan por edades, y el aula está repleta de actividades que los chicos deciden trabajar a voluntad.
Lo que es increíble es que al hacer cada uno la actividad que le interesa se arma un orden natural sumamente armonioso y equilibrado. Entras a la sala de More, donde hay chicos de 3 a 6 años, y están todos trabajando en relativo silencio sin que nadie se los indique ni le esté diciendo que hacer ni cómo hacerlo. Ellos exploran los materiales y actividades. Prueba y error. El otro día, en una reunión de padres, uno contaba que su hijo mayor que había ido a este jardín y ahora estaba en una primaria tradicional le había dicho a la mamá que su maestra era buena pero gritaba mucho. Y la verdad que me pareció una consecuencia lógica. Pobre maestra! hacer que 30 pibes hagan lo mismo al mismo tiempo?!
Por otro lado, me impresiona mucho como podemos ser los adultos, con las mejores intenciones y cariño, los que limitamos a los niños. Mateo con dos años recién cumplidos se prepara la leche (léase, la pone en el vaso, le pone dos cucharadas de azúcar y la revuelve), se pela, corta y come con el tenedor la banana, y se pone jugo en el vaso con una jarra, Y se siente súper orgulloso al hacerlo!
Finalmente creo que cualquier educación que respecte los intereses y curiosidades de los niños, y los trate con mucho amor y respeto, es buena. Pero el centro de la educación debe ser el chico, y cada chico particular y concreto, y los padres no pueden estar ausentes en este proceso. Para amar uno debe ser amado. Y en el fondo creo que gran parte de las problemáticas que vemos hoy día en las sociedades postmodernas están asociadas a esto: Padres Ausentes.
Gracias tía por seguirnos y acompañarnos. Beso enorme de More y Mateo (que seguramente te llegarán por wp!)